España entre los retos económicos, las exigencias identitarias y las limitaciones de la posición sobre el Sáhara marroquí

Tadmouri Abdelwahhab

Por: Tadmoury Abdel Wahab

Tras un largo periodo de estabilidad política en España, que se caracterizó por la alternancia de poder entre el Partido Popular, heredero del legado franquista; y el Partido Socialista, históricamente contrario a la dictadura. Después de que la alternancia del poder fue una tarea fácil, con uno de los dos partidos obteniendo la mayoría parlamentaria, o mediante alianzas con partidos nacionalistas o regionales que eran ideológica y políticamente cercanos al partido encargado de formar gobierno.

En cambio, en los últimos años, hemos asistido a una constante inestabilidad y grandes dificultades para formar gobiernos, un peiodo que arranco con la crisis económica y que conllevo al cambio del mapa electoral y, finalmente, la posición sobre la propuesta de autonomía que Marruecos planteó como condición para desarrollar y profundizar su asociación con España.

Sobre las razones de que España entre en un periodo de inestabilidad política.

Durante la última década de austeridad, España fue testigo de un punto de inflexión en su historia política. Se caracterizó por un dinamismo político cualitativo como resultado del deterioro de las condiciones económicas resultantes de la crisis posterior a 2008, y las políticas y protestas populares que la acompañaron y que llevaron al surgimiento del Movimiento 15 de Marzo en 2012, coincidiendo con lo que se llamó » Primavera Árabe”. Además de la escalada de tendencias nacionalistas entre los partidos regionales, que se encuentran entre sus manifestaciones destacadas, el referéndum por la independencia de Cataluña en 2017, y la consiguiente intervención violenta del Estado central y la tensión política, las repercusiones de la que todavía son evidentes en la escena española a través de las condiciones impuestas por los partidos catalanes a Pedro Sánchez, a saber, conceder una amnistía política a los líderes que organizaron el referéndum.

Además, estas condiciones y el consiguiente aumento de las olas migratorias desde los países del sur del Mediterráneo y el Sahel. Posteriormente, la crisis derivada de la pandemia de Covid, la guerra ruso-ucraniana y la postura sobre la propuesta de autonomía fueron el motivo del tambaleo del Gobierno de Sánchez que formó con la coalición Podemos en 2019 tras el derrocamiento del Gobierno de Rajoy. El partido se quedó atrás en las elecciones locales y regionales que tuvieron lugar en mayo de 2023, lo que llevó a este último, tras consultar con el rey, a disolver el Parlamento y posponer las elecciones parlamentarias cinco meses después de la fecha prevista.

También contribuyó al surgimiento de nuevos movimientos políticos de izquierda y derecha. Además del alto nivel de conciencia identitaria entre los españoles. Esto llevó a quienes siguen los asuntos políticos españoles a decir que la etapa de transferencia fluida del poder entre los dos partidos tradicionales ha pasado sin retorno. Lo que surgirá de los mapas electorales será un mosaico político creado por partidos regionales que se benefician de los reveses de los gobiernos centrales y de los partidos nacionales que lideran, fortaleciendo sus posibilidades de obtener el mayor número de escaños en las elecciones regionales y parlamentarias, calificando que desempeñen papeles decisivos en la creación de una mayoría gubernamental y en la consecución de más demandas de su identidad.

Respecto a las repercusiones políticas del estado de inestabilidad.

A falta del escenario de una alianza de los dos rivales tradicionales, lo que se considera poco probable, además de que excluye a los partidos regionales de la gestión de los asuntos públicos nacionales, lo que reforzará aún más las tesis separatistas que no estarán en el interés de la unidad de España.

El Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijoo, que lidera con 137 escaños, no logró reunir el quórum de 176 que le habilita para formar gobierno, en dos etapas, con 48 horas de diferencia, durante este mes. ya que su coalición obtuvo 172 escaños en ambas vueltas (el extremista Fox, 33 escaños, Coalición Canaria, dos escaños, la Unión Popular Navarra biplaza). A pesar de la capacidad de Sánchez, que obtuvo 122 escaños, de formar gobierno antes del 27 de noviembre, para evitar a España la reelección, lo que perturbará aún más la vida política, sabiendo que no cambiará el mapa electoral, Sobre todo porque la experiencia de repetición de 2019 no decidió el asunto a su favor y le obligó a negociar con Esquerra Republicana Catalana.

Este gobierno será frágil porque no tiene una mayoría cómoda, en lo que coinciden la mayoría de los observadores que reconocen que España ya ha entrado en una etapa de inestabilidad política.

La reforma política y constitucional es un punto de partida para garantizar condiciones de estabilidad.

Las concesiones que Sánchez está haciendo actualmente para que su coalición de gobierno tenga éxito son tácticas. No puede garantizar una estabilidad política sostenible a menos que el Partido Socialista de los Trabajadores posea una visión estratégica que responda a las múltiples aspiraciones de la nación española. Porque lo que se ha negociado actualmente son temas relacionados con los derechos económicos y sociales, los derechos de los homosexuales, la inmigración, las posiciones sobre la Unión Europea, la guerra ruso-ucraniana, o Ceuta, Melilla y las islas Jaffar, en las que convergen las posiciones.

O en lo que respecta a las concesiones relacionadas con la instalación de la actual presidenta del Parlament, conocida por su cercanía a los partidos catalanes, y la aprobación de una ley que permite a los parlamentarios hablar sus lenguas oficiales dentro del Parlamento, al tiempo que les proporciona medios de traducción directa. Además, se solicitó al Parlamento Europeo que permitiera a los representantes españoles hablar en sus lenguas oficiales, lo que el Partido Popular consideró inconstitucional, además de la cuestión de conceder una amnistía a los separatistas catalanes, lo que supone una ganancia para los nacionalistas. y los partidos regionales de izquierda, no son más que cuestiones tácticas temporales a menos que Sánchez trabaje para abrir discusiones de generalidad sobre la cuestión constitucional de una manera que lleve a España de un estado simple y compuesto a un estado federal. Considerando que la Constitución de 1978 ha agotado sus condiciones históricas, tanto más cuanto que las demandas identitarias atendidas profundizan aún más el concepto de nación múltiple, que armoniza con el concepto de Estado federal en el caso español, en detrimento de la concepto de nación única, a través del cual los gobiernos centrales controlan los conjuntos de toma de decisiones políticas del estado, a pesar del reconocimiento constitucional a los gobiernos regionales.

Por lo tanto, la puerta de entrada a la estabilidad política pasa necesariamente por profundas reformas políticas y constitucionales. De lo contrario, la experiencia del referéndum en Cataluña de 2017, que constituyó una crisis constitucional durante la era de Rajoy, cuyo gobierno fue derrocado en 2018, con una decisión de censura, se repetirá en más de una dirección y en formas más radicales.

Sobre la propuesta de autonomía y las relaciones hispano-marroquíes:

Este expediente puede considerarse una de las cuestiones problemáticas que pondrá a prueba a la coalición gubernamental.

En cuanto a la preferencia por los intereses económicos y comerciales, que se desarrolló rápidamente después de que Sánchez reconociera la propuesta de autonomía como solución final para las regiones saharauis. Aumentó el valor de los intercambios entre ambos países hasta los 21.000 millones de euros en 2022, de los cuales 12.000 millones fueron exportaciones españolas, un aumento del 24%. Y 9 mil millones de exportaciones marroquíes, un aumento del 19%. Con un superávit comercial a favor de España que asciende a 3.100 millones. ¿O se basa en las posiciones de apoyo al Frente Polisario y al derecho a la autodeterminación, que adoptan la mayoría de los partidos españoles, incluido Sumar, que es uno de los partidos que defendió al Frente Polisario en su programa electoral? Tish Sidi, natural de Tinduf, fue nominada como diputada en Madrid.

Su líder, Yolanda Díaz, afirmó tras las elecciones que las posiciones de la coalición y del Partido Socialista Obrero sobre la cuestión del Sáhara eran diferentes, lo que llevó a Sánchez a evitar hablar de la propuesta de autonomía en su programa electoral y en su discurso ante las Naciones Unidas. Asamblea General de las Naciones Unidas, durante la cual se contentó con apoyar las resoluciones de la ONU. Sobre todo porque este expediente fue objeto de interrogatorios al ministro de Asuntos Exteriores por parte de los partidos de la oposición y de algunos de los partidos mayoritarios en el anterior gobierno de Sánchez, después de que anunciara su apoyo a la propuesta de autonomía en marzo de 2022.

A partir de esta diferencia de posiciones, la coalición de gobierno se verá dividida entre su deseo de preservar los intereses económicos y estratégicos de España. Y las posiciones de apoyo al Frente Polisario.

Sin embargo, las declaraciones de Yolanda Díaz tras las elecciones subrayaron la necesidad de alcanzar un acuerdo gubernamental en esta materia y permitir que España desempeñe un papel mediador para resolver los conflictos de forma pacífica. Indica un nuevo pragmatismo político para el gobierno que se va a formar, representado por la emulación del enfoque estadounidense de no retirar el reconocimiento de la propuesta de autonomía sin activarla políticamente, a cambio de adoptar resoluciones de la ONU en los foros internacionales. No es España, cuyas relaciones con Marruecos se caracterizan por la igualdad y la competencia Regional… Marruecos no aceptará otra cosa que una posición positiva sobre la propuesta de autonomía como condición para desarrollar su asociación estratégica con su vecino español.

En definitiva, a través de todo lo anterior, descubrimos dos preguntas principales:

¿Madrid emprenderá reformas políticas y constitucionales para asegurar una estabilidad política sostenible que garantice la unidad de España en el marco del concepto multinacional?

¿España sacrificará su asociación estratégica con Marruecos, conforme a los deseos del Frente Polisario, si éste insiste en sus condiciones?

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